En la arquitectura plateresca, los temas decorativos son principalmente lombardos, del estilo de decoración usado en los alrededores de Milán a finales del siglo xv. En un principio vemos aparecer sobre todo las columnas de fustes con ensanchamientos y collares, como los empleados en la Cartuja de Pavía y en otros monumentos milaneses. Los grutescos o arabescos recuerdan más fácilmente la decoración lombarda que la romana. Los nichos con bóvedas en forma de pechina; las peanas y los recuadros, y sobre todo los candelabros decorativos, están repartidos profusamente en cresterías y coronan las pilastras. Es equivocado decir, pues, que las formas de este arte plateresco (que depende más que ningún otro del arte lombardo cuatrocentista) se produjeran en España por la obra de un platero alemán, como era Enrique de Arfe, quien, además, solía emplear en sus custodias formas góticas, que él y su hijo Juan de Arfe llamaban obra moderna, en contraposición a la obra antigua o del Renacimiento. Juan de Arfe, también ilustre orfebre, escribió un ditirambo en verso de la obra de su padre, y en él reconoce que Enrique de Arfe empleó la manera gótica. Hay, por lo tanto, necesidad de suponer la intervención francamente italiana o lombarda para explicarnos la producción del plateresco español. ¿Quién fue este artista italiano venido a Castilla o qué artista castellano pasó a Lombardía para aprender el estilo milanés en la primera mitad del siglo xvi, antes de que vinieran Herrera y Berruguete con sus técnicas romanas miguel angel? El problema parece todavía muy oscuro, y resulta tanto más interesante cuanto que el plateresco hubo de desarrollarse paralelamente con el grecorromano y fue preparando en cierto modo el terreno para las formas barrocas.
El palacio de los Condes de Monterrey, construido hacia 1540 según traza de Rodrigo Gil de Hontañón y fray Martin de Santiago.
Por mucho tiempo el plateresco sólo cambió las formas de la decoración; las bóvedas conservaban el tipo gótico flameante con sus nervios estrellados, y sólo en las claves, a veces colgantes, aparecían de nuevo los relieves y molduras empleados en las fachadas. Así, por ejemplo, tienen aún bóvedas góticas la catedral de Granada y la Lonja de Zaragoza, cuyas altas columnas y puertas pertenecen completamente al estilo plateresco. Sorprende ver en la Lonja de Zaragoza los altos fustes, gigantes, que sostienen la bóveda, todavía gótica de crucería, de la gran sala con el mismo perfil. de una de las columnitas de platero usadas en las custodias; tienen a media altura un collar, las rematan anchos capiteles jónicos sobre los que apoyan los haces de aristones, y en su arranque hay amorcillos con escudos.
Fachada de la Universidad de Alcalá, construida hacia 1545 por Rodrigo Gil de Hontañón, en colaboración con el escultor Pedro de la Cotera.