
Aunque la pintura neoclásica tuvo menos éxito que la arquitectura o la escultura, marcó un importante movimiento de retorno a los ideales de la antigüedad. Artistas como Jacques-Louis David lideraron este estilo con obras como El Juramento de los Horacios y La Coronación de Napoleón, que combinaban temáticas clásicas con un fuerte mensaje político.
David influyó profundamente en sus discípulos, como Ingres y Gros. Ingres, obsesionado con la perfección del dibujo, creó obras como La Gran Odalisca y La Fuente, que destacaron por su detallismo. Por su parte, Gros se centró en temas históricos modernos, como las campañas de Napoleón, integrando elementos clásicos con un enfoque romántico.
Este período también vio la lucha entre el academicismo rígido de artistas como Mengs y la búsqueda de un estilo más dinámico y expresivo que reflejara los valores modernos.